Reforma y ampliación de la sala “La Maresma” y urbanización de su entorno, Cabrera de Mar

Cabrera de Mar, Barcelona

2o premio, concurso 2022

Concurso promovido por el Ayuntamiento de Cabrera de Mar

Superfície construïda: 817,33 m² (plaza) + 650,08 m² (sala)

Co-autoras conNil Brullet

Estructuras: BBG Estructures, Recerca i Rehabilitació

Asesoría energética: Aiguasol

La propuesta articula el refuerzo del ámbito urbano resultante de la concatenación de espacios públicos, desde la plaza de la Iglesia hasta la plazoleta de acceso a Can Martinet, pasando por la plaza del pueblo y descendiendo de forma integrada hacia la Plaza de la Cooperativa. Se plantea una nueva topografía que integra, a través de gradas, las diferentes cotas de una manera progresiva, lo que conforma un espacio unificado visualmente.

Con el fin de generar un espacio amplio que pueda albergar diversas actividades, se centra el sistema de circulación en el perímetro posibilitando una nueva plaza que, junto con las gradas que la rodean, se convertirá en un espacio de socialización con gran flexibilidad de usos. De esta manera, la estrategia de integración topográfica es al mismo tiempo una estrategia de integración social.

La sala La Maresma presenta una construcción sencilla pero noble: estructura de pilares de obra de fábrica y cerramiento de ladrillo, vigas y correas de madera y cubierta de tejas cerámicas.

El planteamiento de ampliación y rehabilitación reconoce y valora la preexistencia, prolongando el ritmo estructural con pórticos que reproducen la sección de la preexistencia y proporcionan continuidad al espacio, al mismo tiempo que libera la franja lateral en contacto con el edificio vecino. El programa cerrado se concentra en dos puntos que articulan el espacio interior, generando una gran sala diáfana. Se incorpora un nuevo altillo que permite aumentar la capacidad y flexibilidad del nuevo edificio. A través de la materialidad se establece un contraste entre lo nuevo y lo antiguo y, a nivel exterior, se incorpora una piel de celosía cerámica que conserva la configuración original de las aberturas como forma de preservación de la memoria.

El programa se organiza de manera sencilla y clara. La zona de acceso se abre a la Plaza de la Cooperativa a través de la antigua portada e incluye servicios, guardarropa y un pequeño bar, elementos que funcionan tanto hacia el interior como hacia el espacio público. Las circulaciones se concentran en la franja oeste, entre la sala y el edificio vecino, que también se utiliza como entrada de iluminación natural y combina escaleras, pasillos y ascensores con la posibilidad de transformarse en balcón abierto a la sala, ofreciendo nuevas perspectivas y posibilidades de uso.

La gran sala polivalente es el espacio principal del edificio y tiene una capacidad de 210 espectadores sentados. Dentro de este espacio se propone un altillo que permite aumentar la capacidad de la sala o funcionar de manera independiente. Detrás del escenario se reserva una franja vertical destinada al backstage, camarines y servicios para los artistas que se comunica directamente con la vía de servicio posterior.

La sala está equipada con un sistema de gradas retráctiles y se resuelve con un suelo técnico cubierto de plataformas modulares de altura regulable para garantizar una gran flexibilidad.

Se diseñan estrategias bioclimáticas para garantizar el máximo de horas en confort pasivo, prestando especial atención a las necesidades de renovación de aire y al funcionamiento en verano. Se proyecta un revestimiento térmico muy eficiente, la “franja” del límite suroeste se convierte en un elemento pasivo fundamental para la gestión bioclimática del edificio, tanto en verano, cuando se configura como una doble piel, como en invierno, cuando genera el efecto invernadero. El revestimiento translúcido de la franja se extiende paralelo a la pendiente oeste del techo de la sala, creando una cámara de aire conectada con la nueva lucerna central, que contribuye a extraer de manera natural la acumulación de calor mediante el “stack effect”, garantizando el funcionamiento óptimo de la estrategia de ventilación natural. Por otro lado, la Unidad de Tratamiento de Aire, necesaria para garantizar la calidad del aire interior siempre que la ventilación natural no sea suficiente, utiliza la cámara ventilada del forjado sanitario para pretratar térmicamente el aire exterior con la inercia del terreno, tanto en verano como en invierno. De esta manera, se reduce la demanda energética de la UTA necesaria para temperar el aire antes de impulsarlo a los espacios interiores.