Viviendas VPO en la avenida Verge de Montserrat, La Floresta, Sant Cugat del Vallès

La Floresta, Sant Cugat del Vallès, Barcelona

3r premio, concurso 2023

Concurso promogvido por Promusa

Superficie construïda: 3.024,39 m²

La propuesta responde a dos objetivos: Insertar un edificio plurifamiliar en un tejido de baja densidad que limita con el parque natural y lograr confort y calidad en viviendas situadas en una ladera norte de pendiente considerable.

Por ello se opta por distribuir la edificación en tres franjas dispuestas en el sentido de la pendiente, preservando zonas libres entre bloques, minimizando la ocupación en planta y garantizando la permeabilidad a través de la parcela. Las tres franjas de viviendas se escalonan para adaptarse a la topografía existente y reducir así su impacto en el entorno.

Se proyectan 33 viviendas pasantes, con tipologías de 1, 2 y 3 habitaciones que responden a una misma configuración interna definida a través de franjas programáticas. Las viviendas se disponen sucesivamente en cada bloque de forma seriada, combinando las tipologías. Las franjas longitudinales resuelven los gradientes de privacidad, definiendo las más estrechas, correspondientes a la galería y al núcleo húmedo, como filtro entre espacios de diferentes tipos. La galería se propone como un mecanismo que garantiza la privacidad en una tipología de viviendas con acceso por pasillo, mientras que la combinación de estos dos elementos permite extender el espacio de estar hacia el bosque.

Todas las tipologías son pasantes, disponen de la pieza principal abierta al exterior y priorizan la máxima racionalización de los espacios, evitando espacios de circulación interior.

La organización de los espacios interiores de las viviendas responde a la orientación solar: en primer término se sitúa la galería por donde se produce el acceso. La sala, la cocina y el comedor se resuelven en un único espacio, ampliándose ligeramente en las tipologías de 2 y 3 habitaciones. La disposición de la cocina permite su transformación y adaptación a las diferentes necesidades de las unidades de convivencia. En la franja central de los pisos, liberando las fachadas, se disponen los núcleos húmedos. En la fachada noreste se distribuyen las habitaciones, todas de iguales dimensiones y separadas de las zonas comunes por la franja húmeda, generando así un claro gradiente de privacidad.

Estas estrategias adecuan la tipología a diversos modelos de unidades de convivencia. . La indeterminación de los espacios, la tipología pasante y los cerramientos ligeros interiores ofrecen también la posibilidad de apropiación flexible de los espacios, necesaria para la adaptación de la vivienda a las necesidades cambiantes de sus usuarias. Además, la desjerarquización de los espacios y la visibilización de los ámbitos donde se realizan las tareas domésticas promueven relaciones de igualdad sin condicionamientos de roles de género.

Se apuesta por la modulación y seriación de todos los elementos estructurales y constructivos para garantizar su prefabricación y una construcción en seco prácticamente en la totalidad del edificio. Se opta por un sistema estructural de madera, donde se combinan diferentes soluciones para satisfacer los diferentes requisitos con la máxima eficiencia y economía de recursos, garantizando siempre la ligereza del conjunto.

Se priorizan las estrategias bioclimáticas necesarias para garantizar el confort en viviendas que pueden funcionar de forma pasiva el 90% del tiempo. En invierno, la posición y orientación de los bloques y la galería permiten la captación solar tanto directa como indirecta gracias al efecto invernadero. La galería, además de funcionar como espacio cojín, permite el precalentamiento pasivo del aire de renovación. En verano, esta galería permite su apertura al 80%, pasando a funcionar como un umbráculo. El cerramiento de seguridad de lamas verticales cumple la función de protección solar, junto con el alero y la vegetación trepadora del pasillo.

Todas estas estrategias, junto con la apuesta por un sistema constructivo con una baja huella ecológica y el uso de materiales de origen renovable, reciclados, reciclables y saludables, contribuyen a reducir sustancialmente el impacto del ciclo de vida del edificio en todas sus fases.