¿Cómo se puede crecer dentro de los propios límites? El proyecto amplía el espacio interior de una casita unifamiliar recuperando la buhardilla e incorporándola al espacio de estar. La rehabilitación de esta pequeña vivienda plantea espacios diáfanos y reconoce el lujo de poder disfrutar de una buena altura libre.

La parcela donde se sitúa el proyecto se halla en un entorno residencial de baja densidad -dentro del Parque Natural de la Sierra de Collserola- y se caracteriza por su pendiente pronunciada, distribuida en tres terrazas. La vivienda original, de 1948, se encuentra en la plataforma intermedia y se resuelve en un único nivel que cuenta con un espacio de buhardilla bajo cubierta, a dos aguas. La planta es rectangular, se divide en dos crujías y dispone de un pequeño volumen anexado a la cirugía suroeste.

La intervención respeta la tipología original, reconociendo las dos crujías iniciales y estructurando el programa en consecuencia. De esta forma, se dispone la sala-cocina-comedor en el ámbito suroeste, abierto a las vistas. A este espacio se le suma el volumen de la buhardilla, aquí convertida en altillo, permitiendo disfrutar de una doble altura en la sala y de un espacio más íntimo sobre el acceso y el comedor. En la cirugía nordeste se disponen dos habitaciones con altillo distribuidas mediante un dispositivo de armarios que define las circulaciones del espacio. A este segundo ámbito se añade un nuevo volumen anexado, similar al original, que contendrá el baño.

Toda la intervención se resuelve con una estructura ligera de madera que permite una doble lectura, diferenciando el nuevo del existente y, a la vez, integrándolos. La nueva estructura servirá para estabilizar y reforzar la construcción original a la vegada que se equipa con altillos y dispositivos habitables.

La reforma mejora el comportamiento bioclimático de la casa, haciéndola habitable de nuevo y adaptándola a las necesidades del cliente, poniendo en valor la tipología tradicional de la vivienda de Collserola.